28 de set. 2020 Subida al Picón del Galayo
El pasado sábado, decidimos ascender al pico más cercano que tenemos en El Cerezo, el Picón del Galayo, que se alza a 1840 metros sobre el nivel del mar.
Tuvimos la suerte de contar con un día soleado, lo cual es algo destacable en las alturas de la montaña. Por ello, siempre os recomendamos que consultéis el estado del tiempo antes de emprender alguna ruta.
Alrededor de las 9 de la mañana, partimos de la Casa Alkaras en dirección al Fuentarrón, un antiguo lavadero ubicado a unos 200 metros de la aldea. A partir de ese punto, comenzamos a ascender hasta llegar al Castellón, pasando por El Chaparral, unos antiguos cortijos abandonados.
Desde el Castellón, con su inminente altitud, ya pudimos vislumbrar frente a nosotros la imponente mole piramidal del Picón del Galayo. Enseguida, comenzamos el descenso por la Solana del Arroyo Venancia, una aldea vecina, hasta llegar a Los Horcajos. A partir de ahí, nos adentramos por la ladera del Picón del Galayo, en dirección a la cumbre. Cruzamos un extenso pinar y tuvimos la fortuna de avistar varios ciervos, antes de que el ascenso se volviera cada vez más desafiante, requiriendo que concentráramos todas nuestras fuerzas en el desafío que se presentaba ante nosotros.
Al alcanzar la cima, si el día está despejado, se puede divisar El Yelmo y diferentes picos muy conocidos, como La Sagra, El Almorchón, los Miravetes y la Piedra del Cuervo, entre otros.
Disfrutamos de las vistas desde la cima mientras disfrutábamos de un almuerzo ventoso, como es de esperar. Al descender, decidimos seguir por la Mesilla del Arroyo Venancia, para no tener que regresar por el mismo camino, y completar una ruta circular que también pasó por la aldea del Arroyo Venancia.
En poco más de 3 horas completamos toda la ruta, aunque las condiciones climáticas y la temperatura favorable contribuyeron a ello. Por lo general, en condiciones más frías y adversas, se tardaría un poco más.
A continuación, os dejamos algunas fotos de la jornada.