29 Okt 2019 Recolectar guíscalos en Santiago-Pontones
Otra actividad más en otoño, no paramos. Siempre hay algo que la montaña nos ofrece, y ahora, es la época de recolectar muchas cosas como: moras, endrinas, setas de cardo, etc.. Hoy nos toca buscar guíscalos (Lactarius deliciosus).
Salimos andando desde nuestra casa en la aldea El Cerezo (Santiago-Pontones) por el Fuentarrón, siguiendo por un cortijo abandonado un poco más arriba llamado “El Chaparral”.
El inicio es duro porque es todo subida, pero dejando a la izquierda el castellon del Cerezo ya cogemos la solana del Arroyo Venancia y planeando durante un rato, con unas vistas impresionantes al Picón del Galayo, empezamos a descender hasta “los Horcajicos”. Allí, nos paramos en esos piazos (huertas) abandonados por que encontramos unas pocas setas de cardo.
Enfrente, tenemos unas frondosas pinadas en la falda del Picón del Galayo, ellas son nuestro objetivo, por allí estuvimos buscando toda la mañana guíscalos. Encontramos muchos, pero la mayoría no estaban sanos. Los que pudimos salvar sirvieron para un buen aperitivo.
Para volver a casa fuimos por la umbría del Picón del Galayo hasta la Piedra del Águila, luego por la mesilla del Arroyo Venancia hasta bajar al depósito del agua de la misma aldea y subiendo el morro hasta El Cerezo, otra vez.
CONSEJOS:
Os animamos desde aquí a salir al campo. Recolectar setas es una perfecta excusa para disfrutar de la naturaleza, y al mismo tiempo, hacer ejercicio, algo que va tan bien para nuestra salud. Y así, compensamos las buenas ligas en el Bar la Sara.
Os dejamos algunas recomendaciones para salir a buscar setas:
Llevar cesta y navaja (no bolsa de plástico)
Si dudas y no las conoces bien no las toques, ni por supuesto, las comas.
Lleva siempre el móvil con batería cargada y siempre es mejor ir acompañado.
Avisad a alguien que vas a tal sitio y si no vuelves que puedan avisar a la policía.
Siempre hay que mirar el parte del tiempo y más en esta zona que es alta montaña.