26 janv. 2013 HACE CASI UN AÑO
Dentro de unas semanas se cumplirá un año desde que se termino la rehabilitación de lo que es hoy en día la Casa Rural Alkaras.
Queremos detenemos un momento para reflexionar de lo duro y maravilloso que fue todo el proceso hasta llegar aquí. Cuando decidimos hacer el proyecto en la “Tiná de Atrás” teníamos claro que queríamos respetar al máximo la estructura original aunque fuera más costoso que tirarlo todo y hacerlo de nuevo. También, era nuestro deseo que sirviera como homenaje a los antiguos pobladores (época andalusí y morisca) de la Sierra Saqura, muchas veces tapado y menospreciado cualquier vestigio de esa época por los nuevos huéspedes.
Referente a los trabajos realizados fueron muchas veces de microcirugía. Por ejemplo, para hacer una alacena, como había en todas las casas andalusís, había que quitar piedras muy grandes que parecía como un castillo de naipes: caía una detrás de otra. Quitar el rejuntado antiguo de argamasa y limpiar las piedras (una a una) para posteriormente volver a rejuntar todas las paredes también, fue un trabajo al que se tuvo que tener mucha paciencia. Al hacer el piso de la buhardilla, con sus semicírculos, fue una tarea de aritmética donde quisimos hacer un guiño a la mejor época andalusí: la nazarí.
Y así podríamos estar hablando de la rehabilitación horas y horas pero mejor hoy lo dejamos aquí y en otra entrada os comentamos más.
Por ultimo queremos dar las gracias a Donato, el jefe de obra y su equipo: Jose Manuel y Arevalo que sin su duro trabajo todo esto no hubiera sido posible